viernes, 26 de octubre de 2012

La muerte en las antiguas civilizaciones: Grecia, Roma.


“Preferiría ser esclavo del más pobre campesino que reinar sobre los muertos”
Homero.
…Soy igualmente el gran maestro del mágico saber en el instante en que se debe atravesar la tierra deHeracleópolis.
¡Oh, vosotros espíritus divinos, que hacéis penetrar las almas perfectas en la morada sacrosanta de Osiris! ¡Traed las ofrendas consagradas para hacer vivir mi alma!
El libro de los muertos.
A lo largo de los tiempos, desde la prehistoria hasta nuestros días, con independencia de las ideas o religiones, la muerte siempre ha sido temida y respetada de forma muy especial. Es por ello, que todas las civilizaciones llevan a cabo diferentes rituales, realizan diversas construcciones, y crean diversas formas para dar sepultura a los muertos.
TAREA
1. Explicación mitológica de la muerte:
  • Explica la procedencia de Hades elaborando un árbol genealógico de los dioses del Olimpo.
  • Ahonda en la figura de Hades, contando como llegó a ser el dios de los infiernos y como es descrito por la mitología.
  • Cuenta cual era su relación con Persefone, narrando brevemente el mito.
  • Geografía del hades o reino de los muertos, explica como se estructuraba, cuales eran sus ríos y que papel jugaban, cuales eran los caminos que debían tomarse una vez que eran juzgados, etc.
  • Relaciona el reino de hades con otros mitos.
  • Explica que papel tienen las Moiras en la muerte.
  • ¿Quién era Tánatos?
2. La muerte en Grecia.
  • Refleja la importancia que tenía para los griegos la muerte, para ello deberás explicar los ritos que se seguían antes después y durante el entierro.
  • Cuenta brevemente como vivían los griegos la concepción del más allá.
  • Explica el papel de las necrópolis, en las ciudades griegas de la antigüedad, para ello deberás contar que lugares ocupaban dentro de la ciudad así como, indicar como era el arte funerario.
  • Muestra algunos objetos que se utilizaban en la vida cotidiana griega, como pueden ser las vasijas, donde aparezca representado el mundo de los muertos.

    VOLUNTARIO

    Relato corto
    Como ya comentábamos, deberás asumir la personalidad de Hades dios del inframundo, y contar a modo de relato como era vivida la muerte en la antigua Grecia. Para ello deberás basarte en la información previamente recopilada incluyendo únicamente datos que consideres más importantes.

    1. Explicación mitológica de la muerte:
    • Estudiar la figura de Dis Pater/Plutón comparándolo con su homólogo griego.
    2. La muerte en Roma:
    • Analiza como vivían los romanos la muerte: creencias en torno a la muerte y el más allá.
    • ¿Qué tipos de monumentos funerarios había en Roma?
    • Explica la ritualidad romana: fundamentos y manifestaciones. El proceso ritual antes, durante y tras el entierro. Inhumación y cremación.
    • ¿Qué tres inscripciones funerarias se conocen? Distínguelas en función de su finalidad y del lugar para el que estaban destinadas.
    • Describe el arte funerario. La decoración y su simbología.
    • Explica los tipos de tumbas que existían en la antigua Roma.
    • Habla de las diferencias sociales en relación a la muerte.

      VOLUNTARIO
    Relato corto.
    Realiza un relato breve, narrado en primera persona, en el que vas a adoptar el papel de Dis Pater/Plutón, en el vas a describir como vivían los romanos en la antigua Roma la muerte. Como tus compañeros deberás basarte en los datos que previamente has recopilado. Recuerda que debes hacer un especial hincapié en aquellos que tú consideres más importantes.

    Recursos.
    Os he seleccionado una serie de páginas que podéis utilizar para elaborar vuestro trabajo:
    Grecia:
    es.wikipedia.orgwww.dearqueologia.com/hades.htm
    www.elolimpo.com
    www.contraclave.org/clasicas/ccl5.pdfwww.erroreshistoricos.com.
    montedeoya.homestead.com/rituales.html
    Roma:


CULTO AOS MORTOS NA ANTIGÜIDADE CLÁSICA


EL CULTO A LOS MUERTOS

LA VIDA DE ULTRATUMBA SEGÚN LOS GRIEGOS

Para los griegos era un deber ineludible enterrar a los muertos, ya que las almas de los que no recibían sepultura ni rito funerario alguno estaban condenadas a vagar eternamente y a perseguir a sus parientes por haber descuidado el cumplimiento de los preceptos religiosos con los difuntos. Sin embargo, esta norma no se respetaba con los ladrones de templos, con los suicidas ni con los delincuentes ajusticiados.
El entierro de los difuntos era uno de los pilares fundamentales de las creencias familiares, ya que los espíritus de los antepasados eran una especie de divinidades a las que se debía rendir culto de forma periódica.

Vida de ultratumba
"...creen que bajo tierra hay un lugar profundo, grande, amplio, oscurísimo y sin sol. Es el Hades. En aquel abismo enorme reina el hermano de Zeus, llamado Plutón. En primer lugar se encuentra la laguna Aquerusia. Nadie la puede cruzar ni vadear sin un barquero, ya que su profundidad no permite traspasarla a pie y su anchura es excesiva para atravesarla a nado y, en fin, ni siquiera las aves muertas pueden alcanzar  la otra orilla volando.
Inmediatamente junto a la bajada y a la puerta, que es de  acero, Éaco se encarga de custodiar la entrada sin pausa. A su lado Cérbero, el can de tres cabezas, bravísimo, muestra su cara amical y pacífica a los que llegan, pero atemoriza a los que intentan huir con sus ladridos incensantes y sus afilados colmillos.
Allí imperan Plutón y Perséfone, y tienen poder sobre todas las cosas. Dos son los que están sentados como magistrados, gobernadores o jueces. Los humanos buenos, justos y que llevaron una vida virtuosa, en cuanto se reúnen en grupos, los mandan a los Campos Elíseos para que lleven allí una vida felicísima. En cambio, cuando llegan a sus manos los malvados los envían al lugar destinado a los impíos, para que reciban el castigo que les corresponde por sus culpas e injusticias.
Los hombres de vida mediocre, que son la mayoría, andan errantes por el prado, sin cuerpo, todos convertidos en sombras que con el tacto se desvanecen como el humo. Se nutren de las ofrendas y las libaciones que les hacemos en sus sepulcros. De manera que si alguno acá, en la tierra, no dejó ni parientes ni amigos, aun muerto, padece hambre y vive entre los muertos atormentado por falta de alimento."


"Cuando muere un familiar, en primer lugar le ponen un óbolo en la boca para que le sirva para pagar el paso de la laguna. Después de lavar el cadáver, de ungirlo con bálsamo perfumado en el momento en que empezaría a oler mal, y de coronarlo con flores de la estación, lo exponen a la vista de todo el mundo, amortajado con los mejores vestidos para que no tenga frío ni el Can Cérbero le vea desnudo.
Y mientras van haciendo todo esto, las mujeres prorrumpen en llantos y gemidos, todos lloran, se golpean los pechos, se mesan los cabellos y se arañan las mejillas. A veces incluso desgarran la ropa y se echan polvo en la cabeza, y los que aún viven están peor que el difunto, porque a menudo se revuelcan por el suelo y se golpean la cabeza contra el pavimento."
 LUCIANO, Sobre el luto, 11-12
Al día siguiente, el difunto era llevado sobre los hombros de sus familiares o de los esclavos, o en un carro. Detrás iba la comitiva de familiares y amigos.
En el cementerio, situado generalmente al lado de los caminos que llevaban a las ciudades, el cuerpo podía ser inhumado o quemado en una pira. En este caso, las cenizas eran recogidas por un hijo o familiar y después se guardaban en una urna.
Cuando el cadáver era inhumado, el cuerpo se depositaba en un sarcófago de cerámica o de madera, o simplemente se enterraba sin sarcófago, sobre un lecho de hojas. Al lado del cuerpo del difunto se dejaba una cantidad considerable de cerámica y parte del ajuar qu había pertenecido en vida al finado, para que pudiese continuar disfrutando de sus cosas después de muerto. A Continuación se ofrecían libaciones. Las tumbas eran recubiertas por un túmulo de tierra sobre el que solía ponerse uno de los siguientes monumentos: una estela, una columna, un vaso, etc. Los ricos levantaban en memoria de sus difuntos monumentos más suntuosos en forma de pequeños templos, con una inscripción que recordaba al difunto.
En muchos de los museos que conservan cerámica griega, puede verse un tipo de vasos, llamados lécitos, que, en un principio, servían para contener ungüentos y perfumes de todas clases. Estas lécitos, muchas con fondo de color blanco,  adoptaron una función exclusivamente funeraria. Las figuras en ellas representadas son también de carácter funerario: el muerto presentándose cerca de su tumba, simbolizada habitualmente por una columna, o despidiéndose melancólicamente de otra persona, o bien dos mujeres adornando una tumba con ofrendas funerarias.


Cuando muere un familiar, en primer lugar le ponen un óbolo en la boca para que le sirva para pagar el paso de la laguna. Después de lavar el cadáver, de ungirlo con bálsamo perfumado en el momento en que empezaría a oler mal, y de coronarlo con flores de la estación, lo exponen a la vista de todo el mundo, amortajado con los mejores vestidos para que no tenga frío ni el Can Cérbero le vea desnudo.
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Y mientras van haciendo todo esto, las mujeres prorrumpen en llantos y gemidos, todos lloran, se golpean los pechos, se mesan los cabellos y se arañan las mejillas. A veces incluso desgarran la ropa y se echan polvo en la cabeza, y los que aún viven están peor que el difunto, porque a menudo se revuelcan por el suelo y se golpean la cabeza contra el pavimento."
 LUCIANO, Sobre el luto, 11-12


Al día siguiente, el difunto era llevado sobre los hombros de sus familiares o de los esclavos, o en un carro. Detrás iba la comitiva de familiares y amigos.
En el cementerio, situado generalmente al lado de los caminos que llevaban a las ciudades, el cuerpo podía ser inhumado o quemado en una pira. En este caso, las cenizas eran recogidas por un hijo o familiar y después se guardaban en una urna.
Cuando el cadáver era inhumado, el cuerpo se depositaba en un sarcófago de cerámica o de madera, o simplemente se enterraba sin sarcófago, sobre un lecho de hojas. Al lado del cuerpo del difunto se dejaba una cantidad considerable de cerámica y parte del ajuar qu había pertenecido en vida al finado, para que pudiese continuar disfrutando de sus cosas después de muerto. A Continuación se ofrecían libaciones. Las tumbas eran recubiertas por un túmulo de tierra sobre el que solía ponerse uno de los siguientes monumentos: una estela, una columna, un vaso, etc. Los ricos levantaban en memoria de sus difuntos monumentos más suntuosos en forma de pequeños templos, con una inscripción que recordaba al difunto.
En muchos de los museos que conservan cerámica griega, puede verse un tipo de vasos, llamados lécitos, que, en un principio, servían para contener ungüentos y perfumes de todas clases. Estas lécitos, muchas con fondo de color blanco,  adoptaron una función exclusivamente funeraria. Las figuras en ellas representadas son también de carácter funerario: el muerto presentándose cerca de su tumba, simbolizada habitualmente por una columna, o despidiéndose melancólicamente de otra persona, o bien dos mujeres adornando una tumba con ofrendas funerarias.